A veces oigo voces difusas que me nombran
Ante el chirriar de la caja
que barre la arenilla de la cripta
y la mudez de los epitafios que nada amplifican
huyen despavoridos por la noche
como almas en pena
Yo cierro la puerta a las palabras
y embozalo el grito
Y en el sopor de las postrimerías
clausuro los labios para que nadie me interrumpa
[Soledades]
Para ella
La que me llenó de ilusiones
y le dio importancia a lo que soy
La que un día ligó su vida a mi destino
sin medir los pasos del viajero
La que me dio todo
sin que le ofreciera nada a cambio
La que me despierta del sueño
cuando trata de convertirse en pesadilla
Para ella
La de ojos que se ganaron el mar
en la confrontación de mis amores
La de sonrisa franca
La que se preocupa por las cosas que quiero
La que me acerca a Dios y a la esperanza
La que me da fortaleza en los momentos difíciles
La única que puede librarme del infierno
Para ella
La que sólo me permite que la quiera
soy poeta
[En el Valle de las Tempestades]
2
Un día a Dios le dio pereza
y se dedicó a hacer monicongos
A una bola de barro
le colocó una cabeza
dos patas dos brazos
dos ojos dos orejas
Una nariz con dos agujeros
Un boca y un trasero
y lo sopló por el fondo
Cuando cayó en el fango
insultó a su creador
Lo tildó de falso
Le dijo que él no era su origen
Que venía de otra parte
mico sardina generación espontánea
Entonces Dios lo echó por un agujero
y se estremeció el paraíso
[Poemas Finales]
26
Cada día nos acercamos
apresurados
a esa arboleda triste tupida de silencio
Nos damos cuenta
de que ese viaje
de expectativas misteriosas
nos distancia apenas
de los abanderados de la marcha
Por lo demás
somos conscientes
de la estrechez de la puerta
El alma pasa tallada
y no hay espacio para equipajes
[Poemas Finales]
24
Hermano...
Hoy amanecimos sin papá
Ay hermano...
Si fuera hoy no más