Manuel H. Pretelt Mendoza nos habla de este paso:
En el templo, el repetido claveteo, formaba ruido ensordecedor: carpinteros y procuradores de la fiesta estaban arreglando "El paso de Jesús Nazareno con los Judíos". Los muchachos, boquiabiertos, contemplaban la fornida estampa del "Judío de la Soga" que llevaba amarrado del cuello a Jesús Nazareno, la mejor escultura entre las muchas que toman parte en las procesiones de la Semana Santa. Es obra de algún imaginero quiteño de la época colonial y que perteneció a los padres de la Compañía de Jesús en la capital ecuatoriana.