Entre los grabados recientes de esta joven artista colombiana, nos atrae a primera vista aquellos desafiantes aires enigmáticos. Los suponemos materializadores de insistentes búsquedas, entre temáticas y estéticas, animadas por la necesidad de llevar a feliz término las adquiridas habilidades manuales del grabado y las visuales de los expresivos acordes cromáticos. Unas siluetas humanas y otras arquitectónicas, ambientadas por el color y acompañadas algunas veces por planos ortogonales, habitan sus superficies artísticas. El atractivo enigma muestra dos aspectos importantes del misterio: Uno, la vaguedad de sus formas, la que más se nos presenta como sugerente ambigüedad semántica, pues escasean las relaciones con realidades visibles y en su lugar cumplen ellas acertadamente la función compositiva o sintáctica que puede mirar con indiferencia. Otro, una ambientación de ensueño que no representa lo tangible, sino que apenas insinúa o sugiere impresiones del engambre urbano. Las siluetas se hallan inmersas en un habitat penumbroso, cuya luz nos resulta a la larga angustiosa.

Nuestra artista o viene del abtrascionismo o bien sabe utilizar con idoneidad e imaginación los elementos abstractos en la estructuración de unos insinuadores ambientes que podríamos catalogar de típicamente urbanos. En especial, cuando la pequeñez humana y la arquitectónica pierden importancia frente a los intangible del medio ambiente, como si éste estuviera en trance de fijarse. A ratos observamos unos rostros humanos. Por un lado percibimos los ritmos verticales de las siluetas, como si fuesen una suerte de estalactitas cavernarias. Es que lo urbano suele tornarse caverna o, si se prefiere, la urbanidad genera a ratos actitudes cavernícolas. Los colores alumbran y hacen de cada grabado un espectáculo pictórico, al renunciar a lo gráfico de la linearidad pura y a recurrir a unos rojos para articularlo junto con los negros. Dicho de otramanera, la tipicidad es la categoría estética predominante en las obras de Magaly Hernández; tipìcidad que esta artista hermana con la expresividad de los estados de espíritu, con frecuencia angustiosos, que suscita la convulsiva vida urbana. La hermana a fuerza de atenta sensibilidad y de penetrante visión.